dima
  • Paisajes humanizados

    Salimos de la ciudad buscando cualquier rastro de naturaleza, buscando aire puro, pero cada vez cuesta más desvincularnos por completo del mundo urbano. Esto es debido a que el hombre extiende su poder hasta cada rincón de este planeta, humanizando de esta forma todo lo que encuentra a su paso. Cada día se nos hace más difícil aislarnos por completo en la naturaleza, ya que allá donde mires encontraras elementos urbanos colocados por el hombre con la función de satisfacer algunas de nuestras necesidades sin ninguna conciencia ambiental. Anteriormente, estos elementos urbanos como pueden ser antenas eléctricas o de telefonía, cables eléctricos, farolas o algo tan simple como una carretera asfaltada, habían pasado totalmente desapercibidos ante mí; supongo que debido a que hago mi vida en la ciudad veo estos elementos como algo más habitual de lo que puede ser para mí ver cualquier animal en libertad. Pero tras una salida a la naturaleza con el fin de hacer fotografías de paisaje, observando algunas de las imágenes tomadas empiezo a percibir ciertos elementos discordantes en el lugar donde me encuentro, como pueden ser los mencionados anteriormente. Tras este descubrimiento comienzo a revisar mis imágenes de paisaje y me doy cuenta de que hay cantidad de estos elementos discordantes que en el momento de la fotografía ni siquiera llegué a apreciar. Surge entonces una reflexión acerca de hasta qué punto el hombre tiene derecho a modificar el paisaje en beneficio propio pero en detrimento de la propia naturaleza y el resto de seres vivos. Mi opinión es que los límites ya están sobrepasados, por tanto decido que la finalidad de este proyecto sea en cierto modo una denuncia de la inadecuada actuación del hombre sobre el paisaje, pero llevándolo a cabo mediante un lenguaje poético. Por lo tanto en las imágenes de este proyecto vemos fotografías de elementos humanizadores del paisaje enmarcados dentro de su propio entorno. Estas imágenes son posteriormente proyectadas en el cuerpo desnudo femenino, estos elementos interaccionan de forma que con el movimiento del cuerpo sobre el que se proyecta la imagen queda encuadrada y distorsionada adaptándose a la formas del cuerpo. De esta forma se trata de crear una metáfora visual en la que el ser humano, representado por el cuerpo de mujer, manipula a su antojo el paisaje, representado por las propias fotografías de paisaje con elementos humanos proyectadas sobre el cuerpo desnudo.